La verdad es que el número de la "mujer serrada y despedazada" ha sido todo un éxito. Éxito que confirma Loly con su triunfante aparición, sana y salva, intacta y mas bella que nunca, para sorpresa de Chispúm y envidia de alguna, y como broche final a su actuación con el play-back "me voy, o no me voy". La herida sangrante que muestra en su brazo izquierdo (resultado del forcejeo con la partenaire) dan mayor veracidad y realismo al número, y así entre ovaciones y aplausos de un publico escaso, pero muy entregado, Loly saluda , escapa tras el biombo, se cambia de ropa y se aleja antes de tener que dar explicaciones al Mago que la busca con ansias de detective.
Aprovechando un oportuno apagón y un pequeño caos, nuestra amiga, coge su bolso y hurgando en el de Tía Ponds, se apodera de su cartera como venganza por la putada en el vestido. Todo apunta, sin lugar a dudas, a que ella ha sido la causante. La Ponds es mala gente y además chunga, no ha perfeccionado todavía las estrategias y en su rostro siempre lleva escrita la evidencia, que además siempre la delata. No existen lazos, ni amistad, cuando se trata de alimentar su absurdo egocentrismo, y pisoteando a todo aquel que se cruza en su camino, persigue su interés a costa de todo, y de todos.
Antes de salir airosa de la extraña situación, Loly, se acerca a la puerta del baño, donde la pobre ayudanta del mago continua medio zumbada y pidiendo ayuda . Alli, sin ser vista, deja caer el D.N.I. de Tia Ponds, se aleja por las estrechas y empedradas calles del barrio, y se dirige a celebrar su triunfo al "Toma Castaña" el bar de moda.
