domingo, 12 de febrero de 2017

# 8 CAUSALIDADES

Mientras Loly se viste con su traje de faena para ocupar el puesto de camarera en el ambigú del salón de actos, la gente va poco a poco tomando asiento. Una vez ya en su sitio, y habiendo echado un rápido vistazo a las existencias, va recibiendo las primeras visitas en la barra. Ahora “Piernas Ortopédicas” prueban el sonido, mientras dos señoras con unos estilismos muy poco apropiados, hablan y discuten con unos papeles en las manos y los bailarines de “Mañamía” van y vienen mezclándose entre la gente que sigue acomodándose.
Un hombre alto y vestido de negro, se apoya en la barra con la intención de pedir algo mientras Loly de espaldas busca una botella de Campari.
- ¿Me pondrás una cerveza cuando puedas?
Loly se gira con la botella en la mano.
- ¿Ramón?!!!
- Toma ya, que sorpresa!!!. No imaginaba que tardaría tan poco en verte.
- ¿Que haces aquí?
- Vengo a presentar este acto.
Loly coge uno de los programas de mano e intenta leer mientras lo aleja y entorna los ojos.
- Tu eres entonces Ramón Taraval?
- El mismo.
- Toma tu cerveza, cortesía de  tu amiga, Shhhh….esta vez no te escapes sin despedirte.
- Descuida, luego nos vemos.
Ramón va junto a las dos señoras, que a juzgar por su apariencia lejos de intervenir en un encuentro de rock parece que van a pedir fondos para un mercadillo solidario. Pasados unos minutos sube al escenario y trás hacer la presentación de colaboradores, entidades y participantes, comienza a recitar una poesía-urbana que Rosalindo Asfalt, el batería de Piernas Ortopédicas, ha preparado para este momento. 

Me pierdo entre tus poderosos y ocultos brazos de ciudad
te busco en los oscuros sitios sin nombre
tu voz llega a mis oídos, y mi cuerpo responde sin control
camino torpe y agotado, caigo en húmedos deseos
que aplacas con suave tacto y aliento de fuego.

Soy solo un susurro que alimenta tu placer
caminemos juntos , si,  allí donde quema
allí donde olvido mi ser y mi estar
lenta, lenta, suave, en tu oído escondo mis palabras
que transformas en gemidos, que conviertes en aullidos

Explota mi furia, torrente de…….

El rapsoda continúa leyendo, mientras las dos señoras, que en breve deben hacer su intervención, adquieren una expresión entre boba y lánguida, buscan un momento para reclamar la atención de Ramón, que ajeno a ellas, sigue sin levantar el rostro de las letras. Loly desde la barra, observando el cuadro, no puede evitar disparar su fantasía e imaginando mientras corta limones, ve como el cuerpo de las dos gruppies se va desinflando. En el lugar que ambas ocupaban solo quedan un vestido rojo y otro estampado con motivos tribales, dos pares de gafas y una peluca rubia flotando entre litros y litros de gaseosa.

- Ahora os dejo con “Piernas Ortopédicas”

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